De acuerdo al Termómetro Laboral emitido desde el Sence y la Universidad de O’Higgins en enero de este año, durante el trimestre septiembre-noviembre 2021, la tasa de ocupación de la región llegó a 50,2%, 3,4 puntos porcentuales, menor que la tasa de ocupación nacional, que alcanzó un 53,6%, disminuyendo levemente la brecha de la medición anterior.
“En la región eran 55% y estamos en 50%, faltan en promedio 5 puntos porcentuales en recuperar y lógicamente esto tiene que ir un poco de la mano con el fin de las restricciones, cuarentena y efecto vacunación, sin embargo, a pesar de que esto haya tenido un impacto positivo más a nivel país que en la región, dentro de los próximos meses se debería empezar a estabilizar”, comentó el economista y docente de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de O’Higgins, José Valenzuela.
Explicó que los beneficios monetarios, “llámese IFE Laboral o el retiro de los fondos de pensiones, han contraído la oferta por trabajo a nivel general, no solamente en la región, pero en la medida que estos fondos o parte de este presupuesto se vaya acabando, uno debería tender a ver que los próximos meses la tasa de ocupación empieza a aumentar porque la gente va a empezar a buscar y pasa de estar de inactiva a activa y eso inevitablemente va a aumentar la oferta de trabajo que se debería consolidar con un aumento de demanda, por lo tanto, con esas dos cosas nos deberían llegar a acercarnos un poquito a los niveles pre pandemia”.
De acuerdo al termómetro, la tasa de ocupación presenta un aumento en todas las provincias de la región, destacando Cardenal Caro que, en el período de un año, pasó de 47,6 a 49%. “Estuvo por sobre los niveles de ocupación, incluso que la provincia de Cachapoal casi todo el 2021, solamente Cachapoal tuvo un repunte leve de casi un punto porcentual por sobre Cardenal Caro el último trimestre móvil. Esto es algo importante, si uno le encuentra la explicación es que la capital es Pichilemu, que gran parte de la actividad turística de la región está en esa localidad, hace sentido que la mayor zona turística haya presentado altos niveles de actividad laboral”, destacó.
El estudio reveló que en el trimestre septiembre-noviembre 2021, la tasa de ocupación de los hombres llegó a 62,5%, mientras que las mujeres alcanzaron un 37,9%. El comportamiento de la ocupación por sexo, comparado con el trimestre anterior, muestra un aumento en la diferencia entre hombres y mujeres de 1 pp.
“En el sistema de intermediación laboral del Sence para este periodo que te mencioné (enero-noviembre de 2021) el 20% de mujeres que participaron, lograron ser vinculadas a una empresa, por medio de este programa, mientras que ese porcentaje fue del 25% para los hombres, esto da cuenta y conversa que efectivamente a las mujeres les cuesta más encontrar trabajo y la región de O’Higgins no está exenta de eso”.
Dijo que la brecha laboral por género está en un 25% a favor de los hombres y la brecha de desempleo es de un 0,3 menor para ellos. “Las condiciones laborales a pesar de que las mujeres tengan acceso a programas de capacitación laboral, sigue habiendo una brecha importante que a las mujeres se les está haciendo difícil cerrar”.
“Algo positivo sobre los programas de capacitación es que de casi 6 mil que se tuvieron en el 2021, las personas capacitadas, casi un 62% fueron mujeres, esto está súper bueno porque puede dar luces que la brecha se puede mitigar en los próximos meses dado esta alta capacitación de mujeres. Hay que tener ojo con eso en la región de O’Higgins para este año”, precisó.
El termómetro señala que la tasa de desocupación en la región de O’Higgins (7,7%) presenta una disminución de 0,1 pp. en comparación al trimestre agosto-octubre, lo que la posiciona por sobre la tasa de desocupación del país (7,5%). En ambos casos, se trata de valores inferiores a los del mismo trimestre del año 2020 y relativamente cercanos a 2019, previo a la pandemia.
“En cuanto a la tasa de desempleo para la región, estamos bajo el nivel pre pandemia, el cual era cerca de un 8% de desempleo, un poco más, tal vez 8,1 y ahora estamos cerca de un 7.7% en el último semestre móvil septiembre –noviembre lo cual es positivo, de hecho, es para la región una de las tasas de desempleo más bajas que se han visto en casi los últimos 2 años y estamos muy cerca del nivel país, básicamente a 2 puntos porcentuales”, detalló.
Agricultura: Trazabilidad y Formalización
Aunque según el termómetro, todavía la región está lejos de las cifras pre pandemia en cuanto a empleo, hay señales positivas observadas durante los últimos meses, que coinciden con el inicio del período de mayor demanda de trabajadores en la región de parte del sector silvoagropecuario.
Para el recién nombrado ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, “los datos a los que tenemos acceso del Instituto Nacional de Estadística y también algunos otros datos, ha mejorado el empleo agrícola, como toda la vida, en diciembre, enero y febrero, particularmente por la importancia que tiene en la zona frutera la recuperación de la fruta, ahora una parte de ella se esconde por la marcada informalidad”.
Explicó que en lo que respecta a los trabajadores de la fruta, muchos de ellos son migrantes y se niegan a contestar encuestas, por lo que las cifras de empleo en esta área, tienen cierto nivel de imperfección. “Hay ahí unos datos estructurales que están escondidos, pero con todo y eso, la región sigue siendo la principal exportadora de fruta, la expansión de los cultivos de cerezos que son intensivos en mano de obra, hace que la temporada haya crecido y lo mismo el altísimo flujo de turistas en Bucalemu, Pichilemu y el sector Navidad-Matanzas, donde todos los que quieran trabajar encuentran un trabajo en distintas actividades del clúster turísticos”.
En lo que respecta a la brecha de empleabilidad en este sector que sigue siendo más difícil para las mujeres, señaló: “No hay que engañarse, las regiones del centro sur, O’Higgins, Maule, Ñuble, Biobío y la Araucanía, son las que tienen los peores indicadores del país”.
“Ha habido un avance en general en Chile en la que algunas regiones se acercaban al 40% en la participación de mujeres en la fuerza de trabajo, en cambio en la zona agrícola predominante se mantiene entre un 35%, 36%, 37% y eso también esconde un trabajo doméstico, realidades que son importantes, por ejemplo, los sistemas de apoyo de los campesinos y campesinas, los sistemas de riego no llegan a las mujeres que son madres jefas de hogar, que están separadas, tienen problemas de propiedad, no han regularizado, no tienen derechos de agua, etcétera, no tienen un círculo que tiene complejidad”.
Dijo que, no obstante, “hay un número importante de mujeres que estacionalmente participan en la temporada de la fruta, pero sí, aquí en el mundo rural debe haber un sistema de mayor regularización de los emigrantes y eso nos puede ayudar a mejorar dichas cifras”.
En cuanto a las políticas que buscará implementar el nuevo ministro, precisó que están en conversaciones con las carteras de Trabajo y Relaciones Exteriores.
“Para poder hacer una mesa técnica que permita con trabajadores de temporada que vienen desde Bolivia al sector frutícola, algo muy parecido a lo de los mexicanos con California, que vienen y no se quedan, son familias que van y vuelven por el peak de la temporada agrícola (…) La idea es explorar conversaciones entre los actores , incluyendo la CUT (Central Unitaria de Trabajadores), también a la asociación de productores de frutas y exportadores, para ver si es viable un acuerdo que permita este trabajo de temporada con trazabilidad y formalización”.
Comercio: Informalidad y mujeres
En lo que respecta a la desocupación en el sector comercio durante el trimestre septiembre-noviembre, el presidente de la Cámara Regional de Comercio, Rodrigo Zúñiga, indicó: “En nuestra región fue muy similar a la observada a nivel nacional, en ese sentido no están tan malas las cifras expuestas”.
“Se observa además que en la distribución de los ocupados el sector privado lleva la voz cantante. En ese sentido, vimos un aumento en las contrataciones en el trimestre, la demanda por ingresar personal a las empresas ha sido básicamente por la preparación para la mejor época del año para el comercio, que claramente es la época navideña”, explicó.
En cuanto a cómo ha sido la empleabilidad en términos de género en este sector, explicó que en ese trimestre fue bastante “pareja”. “No hay ningún requisito especial que discrimine en ese sentido. Lo único que notamos es que en el comercio informal son las mujeres las que más se encuentran presentes en este tipo de ocupación”.
En lo que refiere a la proyección sobre las cifras en el futuro, señaló: “La verdad es que no tenemos una proyección que podamos compartir, puesto que existe una gran incertidumbre de cómo se comportará el nuevo gobierno con los empresarios y de que incentivos al empleo presenten”.
Al ser consultado sobre si el empleo informal se ha visto incrementado, destacó: “Absolutamente, hemos observado y lamentamos profundamente que la tasa de ocupación informal haya aumentado tan significativamente, pensamos que eso no es bueno puesto que la informalidad nos está llevando, como país, a niveles insostenibles frente a otros países, ya estamos muy por sobre lo aceptado en ventas de productos falsificados y de comercio ambulante”.
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